En este espacio podeis publicar vuestros comentarios, reflexiones, etc. sobre la experiencia de Medea (a la carta).

10 Responses to “Comentarios espectadores”

  1. esther.freixa Says:

    Mar ha dicho
    octubre 18, 2008 a las 7:49 pm

    Todo junto me hizo contener mucho la respiración i me puso en estado de alerta, hiciste que no perdiera ningún detalle de tus movimientos. Me conecté mucho. Para mi creabas como una idealización del cuerpo de la mujer, con la seducción, que después cuestionabas y me gustó como lo mostrabas.

  2. esther.freixa Says:

    Lourdes ha dicho
    noviembre 23, 2008 a las 7:48 pm

    El impacto causado ha ido en aumento, ha sido como si hubiesen plantado una simiente que va germinando y haciendo su labor, no lo sé definir mejor, pero es como si en mí, hubiese quedado una presencia de Medea que me acompaña desde entonces. Pienso que es un trabajo excelente, tanto a nivel de profundidad, como de riesgo, de ejecución minuciosa.

  3. esther.freixa Says:

    Montse ha dicho
    diciembre 18, 2008 a las 7:51 pm

    El cuerpo, su presencia en este solo, la no imposición, la muestra, la fuerza y la vulnerabilidad, lo humano y lo inhumano-alien, lo tópico y lo superficial, lo esencial y lo natural. Un cuerpo, un ser humano que me ha mostrado mil caras. La cara tapada, deshinchada, de espaldas a nosotras, y también, más tarde, tu sexo tapado. Esto me hace ver a una mujer anulada, sin identidad, privada de seducir, de mostrar que es mujer, quedando como un trozo de carne sin vitalidad. En la segunda pieza lo que me llegó es una mujer totalmente perdida. Acostumbrada a hacer servir unas armas que de golpe ya no son bien vistas sino mal vistas y ya no le sirven. Y mira por donde que son las armas que la hacen mujer, un ser humano y vivo. Es un solo para ver poesia, ver cuadros.

  4. esther.freixa Says:

    Isabel ha dicho
    marzo 19, 2009 a las 7:50 pm

    Me impactó mucho cuando, en la tercera parte, la muñeca empieza a levantarse también el vestido. Para mi esto le dió sentido a la primera parte y cerraba de alguna manera con uno de los sentimientos más claros que en mi opinión transmitías. Una especie de vulnerabilidad, desgarro, exposición y por qué no, provocación de la mujer.

  5. esther.freixa Says:

    Antje Lea Schmidt ha dicho
    enero 30, 2010 a las 8:31 pm

    Ví la Medea de Esther en una casa de Berlin. Fue increible! Ha sido solamente hoy que he me he acordado de Esther y yo cargando un banco de una cocina a otra. Caminando a través de Berlin con este banco que proporcionó el espacio para estos momentos tan conmovedores que siguieron, creados por Esther. Este mundo de Medea hecho de diferentes tiempos y capas me atrapó de manera tan intensa que todavía tengo una clara sensación de lo que fue. Muchas gracias Esther:)

  6. esther.freixa Says:

    Lourdes RG ha dicho
    febrero 1, 2010 a la 1:50 pm

    La niña…la Esther…Medea. Miro…a quién veo? la niña? Esther? Medea? Qué entiendo? La armonia… la poesia…el movimiento. Qué siento? admiración… valentía, secreta envidia. Quién es? … Es Medea. Termina…quién es? mi niña.

  7. esther.freixa Says:

    Victoria Arthaud ha dicho
    septiembre 17, 2010 a las 5:31 pm

    Desde hace siglos, concretamente desde la época de Sófocles y Eurípides (s.V a.c) , hasta llegar a nuestros días, el teatro nos ha ofrecido un amplia gama de representaciones del mito de Medea bajo diferentes puntos de vista y propuestas teatrales.
    El otro día cuando ví Medea (a la Carta), interpretada por Esther Freixa, pensé que era realmente un reto teatral con nuevos juegos escénicos, que nos lleva, sin otra salida, a debatir y reflexionar sobre varias cuestiones relacionadas con el teatro. Como por ejemplo: la representación del Mito y qué papel juega el cuerpo, así como el escenario.
    En primer lugar el público forma parte de la escena, ya que traicionando el teatro convencional, el espectador y el actor comparten el mismo espacio, la misma luz. Tan solo medio metro separan al artista del público, no hay ninguna mezcla emocional entre las dos entidades (espectadores y actor). Las tensiones, los sentimientos circulan libremente entre ellos._Hay un gran silencio dentro de la sala. Solamente se percibe la respiración de los espectadores que va marcando el ritmo de las escenas. Este ritmo se acelera hasta culminar con el clímax de la obra, cuando Medea, tira a su niño y desafia a la gent con su mirada.
    Y en segundo lugar, Medea está completamente desnuda. El cuerpo, orgulloso de ser lo que es, baila conjuntamente con este silencio. Se establece un diálogo sordo entre los espectadores y la actriz. Este diálogo es la clave del espectáculo: de los movimientos del cuerpo, emanan los sentimientos. Sin ninguna duda este cuerpo nos habla, nos desvela sentimientos diversos como el maternal, la decepción, el odio y el amor.
    Podríamos decir que muchos siglos después de las primeras representaciones de Medea, donde se veía una escenificación con máscaras (recordemos que entonces las mujeres tenían prohibido hacer teatro), el hombre de ayer enmascarado ha sido sustituido por una mujer actriz de hoy que se ha mostrado sin máscara ni nada parecido.
    Esther Freixa ha sido capaz de romper el cliché del mito que, todavía hoy, sigue atrapado dentro del marco del tradicionalismo.
    V.A.

  8. esther.freixa Says:

    Anto ha dicho
    septiembre 24, 2010 a 9:39 am

    Estoy impaciente de ver el espectáculo, he visto ya las películas de Pasolini y Von Trier, Medea es un gran personaje y una grande apuesta de tu parte, Ester. Siempre hay que volver a los clásicos con la mirada de hoy.

  9. esther.freixa Says:

    Esther ha dicho
    septiembre 24, 2010 a las 8:47 pm

    Sí…hay momentos en los que mirar atrás va bien para entender y situarse. Las películas de Pasolini y Von Trier son apasionantes, han sido un precioso referente. Mi propuesta, se trata de una aproximación, no tanto de un espectáculo…aunque las piezas están elaboradas y acabadas, hay mucho que sigue todavía abierto…quizás para que pueda llevar a otro lugar…veremos!

  10. esther.freixa Says:

    Juan Carlos ha dicho
    octubre 6, 2010 a las 11:48 pm

    Lo más duro es saber que en realidad la cuestión planteada es sencilla pero el dolor que genera tiene unas ramificaciones muy complejas. La presión del cuerpo visto desde las convenciones sociales es realmente dura y absurda. Este absurdo queda al desnudo a cuatro palmos de tí como espectador de “Medea (a la carta)”. I todo es doloroso y ridículo, haciéndolo aún más doloroso. La vida apresada por el miedo, la desazón de la diferencia, la falta de autoestima, nos conduce hacia una disolución acuosa de la existencia. El cuerpo no goza y la mente queda atrapada en su trampa. ¿Necesitamos los mitos? Sí, sirven para reafirmarnos en las convenciones. ¿Era Medea una bruja, traidora, loca? Bueno, ésta es la imagen creada por quienes no entienden la vida más allá de la aceptación de las convenciones.
    Esther hace una propuesta viva y comprueba la imagen que el público tiene de ella, haciéndola renacer.
    I si te enfrentas a ella, tú renaces con ella.

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